Con el corazón apesadumbrado por la pérdida de nuestro querido Papa Francisco, deseamos agradecer al Señor el regalo de su vida y el precioso servicio a la Iglesia hasta el último instante. Su ejemplo de pastor fiel a Dios y cercano a los últimos nos reconforta y nos enseña el camino para nuestra vida de fe.
Recordamos con profunda alegría y conmoción la audiencia que el Papa Francisco concedió a la Comunidad Abraham el 14 de septiembre de 2019, con motivo de los 30 años de su fundación. El mensaje de inspirar toda la acción evangelizadora al grande patriarca Abraham, que nos enseña a obedecer a la llamada del Señor, a saber escuchar a Dios que nos habla, a confiar en él y a salir, sigue vivo en nuestros corazones.
Acompañamos con nuestra plegaria al Santo Padre Francisco en este último tránsito hacia la casa del Padre, a sabiendas de que no es un «hasta siempre» sino un «adiós», y nos unimos con toda la corte celestial en la intercesión por la elección del nuevo Pontífice.